Katella Dash. De 38 años de edad de Minneapolis, dice que ha gastado un estimado de 99.000 dólares tratando de parecerse a una muñeca sexual.
“Me encanta ser de plástico”, afirma Katella. Quien se ha sometido a implantes y rellenos de siliconas para tener un aspecto artificial más pronunciado.
Katella, nació hombre, pero se sometió a una cirugía de cambio de sexo a la edad de 23 años, en Tailandia. Desde entonces se ha sometido a 7 aumentos de mamas, así como implantes en sus labios, mejillas y mentón. Pero todo ello no es suficiente, ella anhela más.
“Cuando era más joven, me sentía demasiado femenino para ser un niño. Era más femenina que la mayoría de las mujeres “. ”La forma en que hablaba, en que movía las manos. Tuve la operación de cambio de sexo y nunca he mirado atrás. Ahora quiero lograr una apariencia extrema híper-femenina”. “Quiero ser una Blow-Up Sex Doll”.
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Cada día Katella se somete a un régimen de belleza de tres horas agotadoras para prepararse. Una vez por semana visita al peinador para tener sus extensiones rubias platinadas impecables.
Dash, esta obsesionada en agrandarse nuevamente el tamaño de sus lolas, pero no encuentra cirujano dispuesto a realizar dicha operación en los Estados Unidos. Es por ello que está dispuesta a viajar al extranjero para realizar la operación.
Su amigo Michel Voeller, está preocupado por su salud. “Su obsesión con la cirugía es de miedo, sobre todo teniendo en cuenta los riesgos involucrados “, dijo. ”Esta definitivamente, fuera de control y podría ser peligroso.”
Dash no es la única persona con intenciones de convertirse en una muñeca viviente.
La modelo ucraniana Valeria Lukyanova está tan obsesionada en convertirse en unamuñeca Barbie, que pretende alimentarse solamente de la luz y el aire.
Justin Jedlica, de 32 años de edad, de la ciudad de Nueva York, ha gastado un estimado de 100.000 dólares tratando de convertirse en lo que él llama el Ken humano.
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